Una guindilla usada como arma por el Ejército da esperanzas a los agricultores indios
Vendida a un precio de 26 euros el kilo, la «bhut jolokia» supone una pequeña fortuna para trabajadores acostumbrados a ganar unos dos euros al día. En el año 2007 fue nombrado el chile más picante del mundo
Pocos agricultores de los estados de Assam y Nagaland,
en el noreste de la India, podían pensar que la explosiva guindilla con
que condimentaban sus platos se convertiría en una esperanza para salir
de la pobreza. Una guindilla tan explosiva como para mantener a raya a los elefantes o como ingrediente de granadas de humo para dispersar multitudes. La «bhut jolokia»
-hasta hace poco tiempo, desconocida fuera de la India- ha visto
disparada su popularidad y demanda desde que fue nombrada el chile más
picante del mundo en 2007. Y por su uso militar.
Fue precisamente el interés militar
por las cualidades picantes de la «bhut jolokia» lo que llevó a su
«descubrimiento». En 2003 la Organización para la Investigación y el
Desarrollo de la Defensa de la India sometió al chile a la prueba de la
escala de Scoville -el estándar mundial para los chiles desde 1912-. El
grado de picante de la «bhut jolokia» se salió de la tabla superando el
millón. Hasta entonces se sabía que esta guindilla era muy picante, pero
no 200 veces más que el jalapeño o 400 veces más que el tabasco.
La guindilla es 200 veces más picante que el jalapeño, o 400 veces más que el tabasco
El libro Récord de los Guinness
nombró en 2007 a la «bhut jolokia» como la guindilla más picante del
mundo -título que hoy ostenta el chile Trinidad Moruga Escorpión-.
Masoquistas culinarios de todo el planeta fijaron su atención en la
hasta entonces humilde, pequeña y roja «bhut jolokia». La guindilla
comenzó a exportarse a Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Japón. La demanda se disparó.
El
Gobierno y ONGs comenzaron a subsidiar la plantación de la guindilla. A
un precio de 26 euros el kilo supone una pequeña fortuna para
agricultores acostumbrados a ganar alrededor de dos euros al día.
Arma no letal
Aunque
la demanda internacional por la «bhut jolokia» se ha disparado, el
mejor cliente de los agricultores es el Ministerio de Defensa. Tras años
de investigación -y tras lanzar a la fama a la guindilla del noreste
indio- en 2010 el ejército indio incorporó las granadas de humo de guindilla
en su arsenal para dispersar multitudes. Los primeros en probar sus
picantes efectos fueron -como no- los manifestantes de la Cachemira
india ese verano.
La irritación que produce es superior al gas lacrimógeno, dicen militares
Según militares indios, la irritación que produce es superior al gas lacrimógeno. Y cuenta con otra virtud: al ser de plástico, la granada se deshace y no puede ser lanzada contra las fuerzas del orden.
Así,
los agricultores de Assam y Nagaland han encontrado un nuevo y rentable
cultivo, los sibaritas del picante tienen un nuevo reto culinario y el
Ejército indio cuenta con una nueva arma no letal en su arsenal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario